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El arte de vestir calles

 

Si usted es un citadino, probablemente ha tenido la oportunidad de presenciar
gran variedad de grafitis. Este movimiento artístico contemporáneo, que consiste
en pintar una obra pictórica en un espacio urbano, genera gran polémica. Esto se
debe a que algunos bogotanos no lo consideran arte y otros sí.


Partiendo del hecho que es un arte elaborado en el espacio público, los críticos de
estas obras son las personas que se topan con él. Esto, transgredió el arte ya que
no se muestra dentro de círculos intelectuales o privados. Al contrario, su ideal es
exponerse en cualquier lugar y para cualquiera.

 

Origen del grafiti en Colombia y su estigma.


La primera aparición de este arte se da entre los años 700-800 A.C en Italia,
usado por la población para expresar sus ideas acerca de su entorno.
En Colombia la aparición se da en el periodo bipartidista. La guerra de
conservadores y liberales contenía grandes expresiones de violencia como
matanzas, violaciones y torturas. El grafiti jugó un papel fundamental ya que, por
medio de las paredes, los grupos de limpieza social emitían sus mensajes de
terror.


Su segunda aparición se da con el nacimiento de las guerrillas, con la búsqueda
de un grupo revolucionario educado, se da la emigración campesina a las
ciudades principales. En el epicentro urbano las marchas socialistas decoraban las
paredes con imágenes del Che, de Camilo Torres y las siglas de los movimientos
políticos comunistas.


Ante tales hechos, la sociedad etiquetó el grafiti como un acto de vandalismo
ejecutado por desadaptados que solo piensan en particular.

 

El giro de 180 grados del grafiti en Colombia


Al llegar a Cali en la década de los setenta el grafiti es impulsado por la cultura del
hip hop y de punk y no por actos vandálicos, producto de la política. Jóvenes
caleños empezaron a pintar las paredes de la ciudad con ilustraciones de comics,
personajes ficticios, mensajes sociales y autorretratos. Este movimiento tuvo gran
acogida en la sociedad caleña y empezó a modificar el pensamiento del grafiti.


Esta nueva forma de arte se tomó la capital colombiana y la juventud empezó a
contagiar el resto de la población.

 

Su origen está vigente pero la forma cambio. El grafiti sigue siendo una forma de
comunicar ideales o ideas hacia lo público, pero la técnica y el estilo cambio
rotundamente, de ser un acto simplemente comunicativo, ahora es también uno
artístico.


La transgresión del grafiti en el arte


Después de ver la evolución que tuvo esta expresión artística, vemos 2 formas
claras de transgresión: La primera se da en el arte, ya que rompe los paradigmas
elitistas de acceso al arte y al artista como una persona distinguida en la sociedad
que necesita cierto nivel educativo. La segunda es la transgresión en el mismo
grafiti, de pasar a ser un acto vandálico a una expresión artística cultural.


Actualmente en Bogotá uno de los exponentes del arte callejero es Toxicómano,
un colectivo de arte urbano que surgió en la capital. Su forma de hacer grafiti ha
impactado el público Bogotano, ya que contiene material satírico y con trasfondo,
relacionado con la situación del país. Aquí está la entrevista con Andrés,
representante de toxicómano.